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El presidente Álvaro Uribe pone otra vez en el hervidero nacional el tema de la dosis personal. En recientes declaraciones hechas en la cumbre antidroga de países del Caribe, celebrada en Cartagena. Y que ha generado una serie de opiniones algunas a favor otras en contra , y en las que hasta el fiscal Mario Iguarán ha recibido su jalón de orejas.
Otra vez las emociones estallan y vuelve a surgir la pregunta ¿será que penalizando el menor de los males se puede hacer la diferencia en una guerra que medios nacionales e internacionales y el propio gobierno califican como perdida?
Consumo de estupefacientes foto tomada de: http://blogs.periodistadigital.com
El problema, como lo explica Alberto Piedra, investigador ambiental y crítico de la repenalización de la dosis personal, no es el efecto que producen las drogas en si, sino el dinero que proviene de su tráfico y venta y que ha permeado todas las instancias y clases sociales del país.
Por otro lado también es claro que la respuesta a la situación vivida en la actualidad donde según el Estudio Nacional de Consumo de Drogas en Colombia 1,8 millones de colombianos entre los 12 y 65 años ha consumido una droga ilícita alguna vez en su vida y donde 540 mil personas aceptaron haber consumido algún tipo de droga ilícita han durante el último mes del estudio, realizado en 2008, por el Gobierno Nacional, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, la Embajada de Estados Unidos y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA, no es judicializando al consumidor que en ultimas no es el mayor de los males en esta lucha.
En esta controversia se develan dos caminos uno es el camino sancionatorio. España y Gran Bretaña que en el pasado han incrementado sus políticas sancionatorias contra el consumo, son ejemplo claro del fracaso de esta clase de sanciones, ejemplo de esto es España que se lleva el deshonroso titulo del país con mayor consumo de cocaína perca pitad y donde el porte de cocaína tiene una sanción que alcanza los 30 mil euros.
El acto legislativo que nos propone esta vez el gobierno también se compone de estas dos vertientes en el cual la parte sancionatoria contempla para el consumo, penas distintas a la privación de la libertad, es decir, multas o sanciones de servicio comunitario. Pero entonces ¿cual sería la diferencia entre esta ley y la promulgada y olvidada ley 745 de 2002 donde se contemplan penas distintas a la privación de la libertad para aquellos, por ejemplo, que consuman sustancias psicoactivas delante de menores de edad y la cual también se sanciona con una multa?
Al respecto la senadora Gina Parody Explica que “constitucionalizar una norma de carácter sancionatorio cifra una consecuencia de orden económico evidente, ya que el producto se vuelve más escaso, más perseguido, mas clandestino y lo que termina elevando el precio y del producto y subsidiando el productor”.
Con este intento de penalizar el consumo de la dosis mínima es evidente el mensaje que se le envía la población civil. Como no se pudo prevenir el consumo y parar el tráfico, lo que se busca es castigar al enfermo. En una clara muestra de ineficiencia del estado, ya que este no puede garantizar las condiciones para el control efectico de tráfico y consumo.
En España al igual que diferentes países de Europa el consumo, aunque no se ha reducido si se ha logrado estabilizar gracias a políticas preventivas que los gobiernos han optado por implementar según señala El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria al dar a conocer el informe de 2008 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes..
Pero también en un contrasentido, pedirle al resto del mundo que frene el consumo de drogas ilícitas cuando en Colombia lo autorizamos, así sea en dosis mínima, es una campaña desleal y contraproducente, según explica el exdirector de la policía Rosso Jóse en su libro Jaque Mate “Mientras que haya consumo, habrá producción. Mientras que haya productos químicos que permitan hacer heroína y cocaína habrá producción, y mientras se permita el lavado de dinero, habrá narcotráfico. Yo creo que son pasos, que nosotros ya conocemos”.
En la calle el ciudadano común sabe muy bien las consecuencias, si esta ley se adelanta con éxito. Por otro lado los expendedores tienen muy presente las consecuencias de los actos de traficar, pero el panorama no se ve muy alentador.
La gente opina:
Opinión 1
Opinión 2
Algo es seguro. Los colombianos están de acuerdo que tanto tire y afloje con esto de que se sancione o se permita la dosis personal está trayendo consecuencias desestabilizadoras a muchos niveles, ya que el gobierno parece no tener todavía claro el camino más bienaventurado en esta guerra, más aun cuando las respuestas están frente a sus ojos.
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